
Es lo que me produce toda la situación que rodea la participación de la selección de fútbol en el Mundial de Sudáfrica 2010. Aquí, como en casi todo en la vida, hay dos puntos de vista. Uno, el que nos quieren vender los medios de comunicación (prostituidos a más no poder): que si somos los mejores del mundo, que si todo un país unido apoyando a un equipo, que si todos con la roja y demás tipos de sandeces (previo menosprecio al resto de participantes, of course), consultas a cefalópodos adivinos, "periolistos" tertulianos que apenas saben escribir y/o hablar y demás faranduleo que intentan vendernos como deporte. El otro, el real -el que esos medios de comunicación intentan tapar- : que esto es un espectáculo de pan y circo para el pueblo (a este paso, cada vez menos pan -que se lo pregunten a los sudafricanos- y más circo por la cantidad de payasos -en el sentido peyorativo de la palabra- que rodean al evento), al más puro estilo de los romanos, para mantener a la población entretenida y que no piensen en otros asuntos "menores", léase paro, corrupción política y económica, saqueos de los bancos hacia la población con la aquiescencia de los gobiernos (sean del color que sean)... en definitiva, qué mas da estar en el paro, sin blanca, que se destruyan empleos con la excusa de la crisis económica mundial... da igual! Total, somos campeones del mundo y con eso ya se come!
Da igual que las empresas hagan EREs porque dicen que no tienen dinero, pero que reserven partidas presupuestarias para publicidad, patrocinios... y para untarles 600000€ a los pobres futbolistas, que está la cosita muy mal y hay que arrimar el hombro con ellos, no? Además, ya lo dicen los gurús del marketing (aunque en petit comité): “que tengamos una situación económica temporalmente complicada que obliga a reducir personal, no significa que tengamos que renunciar a las estrategias de comunicación, y si hay que echar a la calle a unos cuantos para que nuestro logo aparezca en los photocall y en las camisetas de los jugadores, pues se hace y ya está”. Claro, no vaya a ser que se pierda cuota de mercado. No estaría mal que a algunas de esas cabezas pensantes del marketing (más llenas de cifras que de humanidad o moral) se les diera la vuelta la tortilla y fueran ellos los que tuvieran que irse a la calle... o, mejor aún, que a sus maridos, esposas, hijos, etc, les aplicaran un poquito de esa medicina que ellos aplican día a día: dejar a alguien en el paro, no porque haya desempeñado mal su trabajo, sino porque “la empresa en estos momentos tiene otras necesidades”... Ya veríamos cómo sus pensamientos cambiaban radicalmente. A todos ellos les digo que la publicidad, igual que vale para ganar clientes y con ellos dinero, también debería servir para perderlos y que las empresas son lo que son gracias a los trabajadores, antes que gracias a los consumidores. Pero bueno, todo eso da igual! Lo importante es ponerse una prenda roja (o gastarse 80€ en la camiseta oficial), ir a la plaza del pueblo y ver el partido en una macropantalla, normalmente con el patrocinio de empresas privadasDicho esto, que el domingo os preste. Afortunadamente esto son ciclos (que se lo pregunten a la selección francesa), así que...
VIVA EL FÚTBOL, MUERTE A LA MEDIOCRIDAD.
Este artículo está dedicado al que compró LA bandera por ebay y al que me alegró con su camiseta esta mañana: vosotros ya sabéis quiénes sois.
Lo único que digo es que está claro, no se puede ni debe marginar a nadie por pensar diferente, por dar una opinión que no nos convenza o por tener argumentos que, a lo mejor, no entendemos, en eso es muy posible que nos equivocasemos, pero a cerca del resto.... sabes de sobra lo que opino.
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